pestaña Editorial Trotta

EDITORIAL TROTTA

Su compra

0 artículos

(0,00 €)
ver compra


«Únicamente un santo podría resistirse a una entrevista»

La entrevista constituyó para Pier Paolo Pasolini un medio expresivo propio, más literario que periodístico, que le permitía clarificar el sentido estético y social de sus propuestas y autoafirmarse frente a sus numerosos críticos. Antonio Giménez Merino, uno de los responsables de la edición y traducción de Todos estamos en peligro, nos habla de esta faceta del genial escritor, poeta y cineasta italiano.

por Antonio Giménez Merino

 

 

Como persona sencilla y sensible, Pier Paolo Pasolini no gozaba siendo entrevistado. Al contrario, en los registros de vídeo disponibles se le nota siempre muy serio y atribulado. Pasolini era consciente del peligro de manipulación que tiene la entrevista, en tanto que transcripción escrita de un contexto fónico y mímico que queda inevitablemente amputado: «Quien concede una entrevista ya no es un hombre normal: se descubre objetiva y subjetivamente disociado», dejó dicho en el preámbulo de sus famosas Conversaciones con Jean Duflot de 1970.

 

Sin embargo, su afán por conectar con un público amplio, su «sentimiento (tan íntimo como poco digno) de ser ‘un profeta incomprendido’» y la admisión de su papel de referente intelectual, le impulsaron a conceder numerosas entrevistas a lo largo de su vida —ahora recogidas al lado de varias intervenciones públicas en Todos estamos en peligro—. Unas veces para defenderse de la persecución de que fue objeto por críticos, colegas e instituciones, otras para dar a entender su obra y sus ideas, pero por encima de todo como altavoz para propalar la catastrófe antropológica, cultural, política y ecológica que, como el tiempo se ha encargado de mostrar, se cernía sobre la Italia del desarrollismo económico. «Únicamente un santo podría resistirse a una entrevista», dejó dicho.

Fue así como Pasolini convirtió este canal de expresión en un medio más donde desplegar su imaginación, repleto (singularmente en las entrevistas realizadas por personas amigas) de las mismas imágenes bellas y sugerentes que encontramos en su obra cinematográfica y literaria. Un medio al que además dio la vuelta, cámara y micrófono en mano, convirtiéndose en el entrevistador de Comizzi d’amore (1964), encuesta filmada sobre la sexualidad de los italianos por la que hace desfilar, de norte a sur de Italia, a gentes de todos los extractos y condiciones. La investigación —que crearía un modelo exitoso para muchas entrevistas televisivas posteriores— anticipa una de las tesis fundamentales del periodo corsario y luterano de Pasolini: el modelamiento de la sexualidad de los italianos según las necesidades de la industria de producción de masas.

Todos estamos en peligro es un documento importante para conocer mejor a este gran pensador y poeta civil del siglo xx. Un medio hasta ahora inédito en lengua española para acercarse a la comprensión de su persona y del sentido anticipatorio de una obra cuyo interés no ha dejado de crecer tras su asesinato en 1975. El lector hallará aquí a un Pasolini humano y cercano, cuyas opiniones permiten ensamblar algunos acontecimientos centrales del siglo xx con cuestiones de rabiosa actualidad, siempre sobre el telón de fondo del desastre civilizatorio que ha supuesto haber asociado el progreso con el desarrollo material.

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y facilitar la navegación. Si continúa navegando consideramos que acepta su uso.

aceptar más información